Empieza un nuevo año, una nueva oportunidad para que arranques ese sueño que llevas tiempo postergando. Es el tiempo de obrar, de emprender, es el tiempo de salir de lo común y que te lances a eso que tanto anhelas.
Proponte ser diferente este 2023, quizás por muchos eneros
haz escrito metas que ni recuerdas, es el momento perfecto para cambiar de mentalidad
y no quedarte pensado un año más en que si eres capaz o no; tú mismo eres quien
te limita, tú eres quien define a dónde quieres llegar.
No te escribo estas líneas para motivarte cinco minutos y que
luego se te pase la emoción y no hagas nada, te estoy invitado a que escudriñes
a profundidad tus sueños, tus anhelos, no permitas que la vida te siga pasando
en círculos y te quedes entre suspiros.
Hoy te hago una llamada de atención a que fijes tiempos,
estrategias, que este nuevo año no te agarre como los anteriores, tienes el
deseo, tienes las intenciones, entonces OBRA y mantente en FE.
Nos cansamos de pedirle a Dios que nos dé una oportunidad en
la vida, pero ¿qué hacemos para que esa oportunidad nos llegue? Dios nos quiere
dar mucho más de lo que le podemos pedir, nos multiplica las bendiciones, pero
bien es cierto que a Él le gusta ver nuestro esfuerzo y valentía, ¿qué tanto
estamos dispuestos a sacrificar para ver materializado nuestros sueños? Dios mira
con buenos ojos al que se sacrifica.
¡Vamos! Crea un plan para este nuevo año, la fe sin obra es
muerta, no te quedes solo en el intento y entrega a Dios los sueños que están
en tu corazón.
Por mucho tiempo yo fui rezagada para emprender mi propio negocio
de productos orgánicos para el cabello, por alrededor de cinco años lo
postergué y en medio de una crisis financiera tuve que detenerme un momento y
pensar qué tenía que hacer para pagar deudas y no pasar los días sin un peso en
el bolsillo.
Llegó un momento en que lo único que llegaba a mi mente era
que había salido una mala administradora de mis finanzas y por eso estaba metida
en un hoyo profundo, le debía a “villega y to´el que llega”, y me daba cuenta
de que no avanzaba y cada día era más para atrás, hasta que un día vino a mi
mente ese negocio que por tanto tiempo mantuve en una gaveta con una llave que
ni encontraba.
No tenía como empezar, puesto que había que hacer una inversión
y de dinero estaba seca. Comencé a idear una estrategia y todo lo que
necesitaba para iniciar, después de tanto pensar y con miedo tomé un préstamo,
fue muy arriesgado de mi parte, pero lo hice y arranqué el negocio.
Lo primero que hice fue entregárselo a Dios y vendía con fe,
desde entonces no hay una sola producción que no se venda, pero no es solo
decir “ay, Dios aquí está el negocio trae a los clientes”. NO, todo es un
sacrificio y ya te dije que Dios mira a los que se esfuerzan, es dedicar tiempo
a lo que haces, es mantenerte, aunque haya temporadas bajas, es darle para adelante
y aunque suene cliché no mirar para atrás ni para coger impulso.
No es necesario que empieces con cosas grandes, de lo más
minino e insignificante salen grandes proyectos y empresas, todo es con la
actitud con que mires las cosas y el enfoque. Nada es color de rosas, ni blanco
o negro, el arcoíris tiene muchos colores, tú decides con cual te quedas.
Comentarios
Publicar un comentario